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Los Rascadores: Las dulces lágrimas del campeón

martes, febrero 15, 2011

Las dulces lágrimas del campeón

Bowling News

Hasta el pasado domingo, Tom Hess era 'tan solo' un repartidor de césped de Iowa. A sus 41 años, durante los meses de verano trabajaba duro cargando y transportando sacos para poder pagarse los torneos en invierno y primavera.

Era bueno, muy bueno, pero quizás no lo suficientemente versatil para jugar en la PBA de forma regular. No al menos desde que existe la 'exemption' y sólo un club selecto de deportistas tiene un acceso garantizado a los torneos de cada semana.

Jugaba mucho en su Estado y a nivel regional, donde había cosechado importantes victorias, pero la PBA se le había atragantado. Hasta antes de ayer.

El domingo. Tom Hess dio una lección de juego, ganas y emociones al derrotar en la final del Masters a Jack Jurek, uno de los jugadores más educados y simpáticos de Estados Unidos.

Antes, había logrado eliminar a Mika Koivuniemi, el jugador más en forma del planeta, en un duelo espectacular. Ambos abieron con cinco strikes, y sólo un horrible break de Major Mika decidió el enfrentamiento.

Las lágrimas de un enorme Hess, bonachón y apasionado, intenso, expresivo, son la plamación de un sueño hecho realidad, el sueño de todo niño que ha crecido viendo a las grandes estrellas los fines de semana en la ABC.

Son las lágrimas del trabajo bien hecho, de una total satisfacción, de saber que él, un semiprofesional de Iowa, podía llegar a Reno y ganar a Walter Ray y Pete Weber.

La contagiosa emoción de Hess es el mejor premio que alguien pueda soñar. "No es por el dinero, es mucho más". Hess ganó 50.000 dólares, pero el significado es mucho más profundo.

Ahora, Hess tiene dos años de exemption e ingresos suficientes para poder dedicarse a tiempo completo al bowling. Tendrá que tomar una decisión, pero no será nada fácil.

El bowling está cambiando. Los grandes mitos no dominan como antaño y los títulos se los llevan también 'desconocidos' para el gran público o eternos secundarios.

Es la era de los Ciminelli, Smallwood, Norton o Hess. Es la era de Andrés Gómez, Kelly Kulick o Brian Ziesig. Parados de General Motors, repartidores, estudiantes o chicas de leyenda a punto de "colgar las bolas" y ponerse a trabajar en el taller de coches de la familia. Incluso de alguien como Devaney, que el año pasado, en las World Series, dormía en su coche tras haber sido deahuciado y tener a su familia viviendo, en la otra parte del país, en el salón de sus abuelos.

La PBA está cambiando, pero los sueños de la infancia, en cada bolera del mundo, se siguen haciendo realidad los domingos.




II



y III

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito articulo y excelentes videos.

Gracias por mantenernos informados de lo que sucede alli donde nuestro deporte es reconocido como tal.

Saludos.

Anónimo dijo...

Preciosa final y muy emocionante. No conocia a este jugador pero me ha gustado mucho

Anónimo dijo...

muy bonita la final,lastima que la fastidiaras al contarla al principio.