Belmomanía

Jason Belmonte, quizás el mejor jugador a dos manos del mundo, acaba de hacer historia al ganar, hace 8 minutos, The Bowling Foundation Long Island Classic, el torneo de la PBA de esta semana.

Esta victoria, además de elevar su caché y hacerle entrar en la historia, puede suponer una revolución sin precedentes para el mundo del bowling, pues el australiano es, ahora mismo, el icono mediático de nuestro deporte en EEUU.

En las últimas semanas, como muchos ya sabréis, Belmonte ha sido el personaje más relevante de la PBA. La prensa de Estados Unidos se ha vuelto loca con él. Y no decimos la prensa especializada. Ni si quiera la deportiva, sino la prensa importante, la de tirada nacional, como The Wall Street Journal, Los Angeles Tomes, el Denver Post, el Boston Globe o cadenas de la relevancia de la ESPN o la NBC

Y ayer mismo jugó en las calles de Nueva York una partida al aire libre contra Wes Malott para publicitar el torneo de la semana.

Por alguna razón, la voz de que un chaval que tira a dos manos está triunfando en las pistas ha llegado ahora a los mass media, y eso, para el bowling, es buenísimo.

La PBA entendió pronto el potencial de su figura. Hace unos años, cuando Palermaa llegó a la final del US Open contra Walter Ray Williams Jr, miles de chavales descubrieron el tiro a dos manos.

Ahora, miles lo practican en EEUU y en todo el mundo, y Belmo vaticina que para dentro de 15 años la mitad de los profesionales tirarán así.

Sea o no sea eso verrdad, el aussie está en las teles, es siempre noticia en la web de la PBA y en Bowling Digital, da entrevistas y, cuando le queda tiempo, hasta tira bolos.

A la mayoría de las viejas glorias todo esto no les gusta ni un pelo. El que Belmo consiguiese, por primera vez en la historia, dos invitaciones para saltarse las rondas clasificatorias no agradó en la tierra en la que las grandes leyendas como Marshall Hollman, Mark Roth, Jason Williams, Petraglia o Pedersen no habían merecido ese honor a ojos de los capos de la Liga.

Per esta semana Belmonte lo ha logrado por méritos propios. Avanzó desde los PTQ después de estar a un pelo de pifiarla, y ronda tras ronda ha dado la cara hasta llegar a la tele, donde se ha cargado en una emocionantísima partida a Bill O’Neill (tras cerrar con 9 strikes en los últimos 10 frames).

Después, en la final, ha dominado desde el primer tiro a Fagan, que no ha podido frenar el chaparrón que le ha caído encima.

Si Belmo consigue más atención de la prensa y logra resucitar el bowling muchas cosas pueden cambiar en los próximos años. Ojala que lo consiga. Si alguien puede hacerlo, está claro que es él.