Miércoles tranquilo en Barcelona

Aunque a estas horas ya sea jueves, no es mal momento para hacer un pequeño balance del día que acaba de terminar.

El 31 Trofeu Internacional de Barcelona, que empezó el martes por la noche, no está defraudando a nadie por su nivel. La segunda serie de hoy ha sido quizás la más floja, pero al final, en las dos últimas partidas, Marcial Ovide y el norteamericano Josh Blanchard han animado el cotarro.

A primera hora (es un decir, porque eran las cinco de la tarde), el canadiense Dan MacLelland, un verdadero jugón, fue el primero en romper la barrera de los 1400 palos, merced a un cierre espectacular de 259 y 268 (1420). En ese mismo turno, cinco jugadores, incluyendo a Michael Fagan, Gery Verbruggen o el venezolano Herrán Ramírez, pasaron de los 1300.

Por la noche parecía todo más apagado, pero en el momento justo Marcial hizo el cambio necesario. Se movió más dentro, a la zona de la flecha 4, sacó la poderosa Virtual Gravity y terminó su serie con 258, 256 y 232.

El total: 1342, que si bien quizás no sean suficientes para entrar por bolos, le convirtieron en el mejor de la noche, o lo que es lo mismo, en finalista directo.

Según quedó el jovencísimo Josh Blanchard, un chaval de 21 años del Team USA jr que viene de competir también en San Marino.

Muchos (de los pocos que lean esto) estarán pensando a estas alturas: los resultados los vemos en la lista, dinos algo que no veamos nosotros mismos. Y tendrán razón, así que veamos esos comentarios.

¿Por dónde se juega? Así, a botepronto, diría que por el centro. No he visto lo suficiente, cuidado, porque apenas he mirado cinco partidas de una serie hoy, pero es donde la reacción parecía mejor.

En las bolas de prueba la bola subía bien, pero no mucho, y el margen parecía amplio. Marcial ha tirado buenos bolos cuando se ha movido dentro, pero en cambio a otros como Dacorte les subía demasiado al girarla.

Otros, como el propio Blanchard, han empezado más por fuera y se han ido movimendo progresivamente hacia el medio, pero sin exagerar.

En realidad, la mejor opción parecía abrir bola pero no demasiado. Una línea por dentro pero bastante plana hacia fuera, sin buscar curva y tratando de generar más rodada para delante.

Como siempre en este evento, la velocidad es un plus.

La línea exterior, que por ejemplo ha usado Monfort, no parece mala tampoco. Él ha logrado dos series consecutivas de más de 1300 y su reacción era muy sólida, pero la mayoría de los jugadores estaban más dentro.

También es cierto que porque por su juego no eran capaces de mantener una línea como la de Lluis. Hoy, sin partidones, hizo 1306, pero si llega a enganchar una buena, se cuelea seguro.