Comentario sobre el torneo de Valencia.

Aprovechando el rebufo de lo de Bowling Digital hago el comentario sobre el Torneo de Valencia que prometí el otro día. En realidad es un comentario sobre el propio campeonato pero también una reflexión sobre las bases de los torneos en general.

Lo primero que hay que decir, por si hubiera dudas, es que cada club puede, y debe, organizar los torneos como le venga en gana. Al que no le gusten que no vaya etc etc.

Bien, todo eso es verdad, pero no basta. Un anónimo comentarista ha dejado puestos los siguientes datos sobre el Torneo de Valencia:

Año 2006...135 jugadores
Año 2007...107 jugadores
año 2008...91 jugadores

Es evidente que no es una serie estadística representativa como para deducir nada, pero puede aportar algunas pistas a seguir.

Ya hemos comentado algunos aspectos en uno de los artículos de la Escuela de Los Rascadores titulado Decálogo del buen torneo.

Dejando de lado los aspectos "menores", lo que más chirría en Valencia son dos cosas: las bases y el reparto del dinero.

Empecemos por las bases. En Valencia hubo 45 finalistas. 20 entraron por scratch, 23 por handicap y 2 por el Desesperado.

Ya hemos comentado que, si se quiere favorecer a los jugadores con menor (o nulo) handicap hay diversas formas, pero hacer un cupo de entrada a las finales, en abstracto, no es una de ellas.

¿Por qué? Porque si quieres ayudar al scratch no clasificas directamente a quien tira 1480 bolos reales, sino al que ha tirado 1180. Con torneos asíel buen jugador se mete sí o sí, pero el que tira una serie de 200 de media no entra a ninguna de las dos finales, lo que no tiene sentido.

Es más, como no lo tiene y los jugadores no son tontos, actuan en consecuencia. En Valencia los que pasan a la final de scratch sólo juegan la final de scratch y los de handicap la de handicap. Y se arrastran todos los bolos..

Es decir, que si te clasificas el 20º con 1200 y el primero tiene 1481, como pasó este año (más o menos) tus opciones de ganar pasan por recuperarle 280 bolos en seis partidas a Frouvelle. Es decir, ninguna.

Por ello, lo que se fomenta es que jugadores con handicap no muy alto y que no lleven una serie muy alta prefieran tirar pocos bolos y pasar a la final de handicap que muchos y entrar a la de scratch. Si tienen suerte y juegan bien la de handicap pasan a las rondas finales y pueden llevarse hasta 1.600 euros.

Pero peor, si cabe, es lo del Desesperado, 40 euros por una partida que te clasifica... para la final de scratch!! Es decir, que si tu mejor serie es 1050 pero pasas en el Desesperado debes recuperar 200 bolos para quedar un puesto por encima...

Algo así le pasó a Moi, que entró en el Desesperado, tiró 160 arriba en la final y ganó el mínimo. Eso explica qu ela bolera estuviese llena de gente que no estaba en la final (yo mismo) y que, aunque incluso durante un buen rato sólo hubo dos inscritos para un puesto, no se pegasen por entrar.

Pero, a mi juicio, lo que en buena medida determina la asistencia a los torneos (dejando de lado el estado de la bolera, simpatías, etc) son los premios. Y en Valencia estaban mal repartidos.

No es lógico que el ganador se lleve 3.500 euros y que el 5º de handicap (el quinto!!) gane 200 euros.

Voy a poner mi caso. Me gasté 180 euros en serie y reenganche. 64 en el tren de ida y vuelta. 60 de una noche de hotel y unos 80 en comida, taxis y varios. Casi 400 euros.

Para recuperar ese dinero tenía que haber quedado 4º en handicap o 5º scartch para amortizar el viaje. Sobra decir, que eso no pasó. Ni en mi caso, que fueron 400 euros a fondo perdido, ni en el de casi todos los que participaron.

Personalmente me alegro mucho por Melvin, pero que alguien se lleve 3.500 mientras que el resto, por pasar a la final, pierden 70 euros es ...

A losjugadores nos gustan las bases atractivas, los premios bien repartidos, las bases "coherentes" y las opciones. Yendo a Valencia sé que no voy a ganarles a Melvin, Marcial, Frouvelle, Jochi, Pierre Luc o Erwin. Pero trato de no perder un enorme porcentaje de mi sueldo sin opciones de recuperarlo.