El jugador del año.

Antes de nada, un aviso. Esta entrada, cortesía de Juan Pablo Alonso, contiene detalles explícitos sobre el último torneo de la PBA y la carrera por el título de Jugador del año.

Si no quieres enterarte del resultado antes de ver la final, te recomiendo que pares de leer y abras directamente los videos (los 13 videos) de la retransmisión.

Si ya sabes lo que pasó o no te interesa tanto, puedes leer el magnífico resumen de “Bombita” Alonso.

Enjoy it!

---------------------------------------------

Este fin de semana se ha disputado en Estados Unidos, el PBA 2010 Etonic Marathon Open, el último torneo regular de la temporada. La mejor analogía que podría hacerse, teniendo en cuenta la fecha en la que se disputó, es que ha sido un Domingo de Resurección en toda regla. Después de tres años en el dique seco, Pete Weber volvió a ganar, resucitando de entre los muertos (deportivos).

En una entrevista que le hicieron después de su vuelta al circulo de ganadores, Weber aseguró que no le importaba lo más mínimo haber facilitado a Walter Ray Williams Jr., con su triunfo, el alzarse con el título de jugador del año.

Es famosa su archirivalidad en las pistas, pero a Weber eso le daba igual. Sólo le importaba y necesitaba volver a ganar.

Con la final de este fin de semana, se cierra con broche de oro la temporada 2009-2010. Una final de llena de ingredientes que le hacen ser considerada una de las mejores del año.

Después de la semana pasada, marcada por el torneo de la bola de poliéster, la lucha por ser el jugador del año quedó más que apretada que nunca, y a falta de el último torneo todo estaba todo en el aire.

Tres jugadores optaban al galardón. El incombustible Walter Ray, Mike “Brad Pitt” Scroggins y Bill O´Neill.

El primero en quedar apeado fue O´Neill quien no jugó bien en ningún momento y no pasó el corte de los 16 mejores.

Scroggins, que a mitad de la semana estaba completamente descartado, jugó las dos últimas series a un nivel inhumano, metiéndose de lleno en la pelea. Además, un 279 de Wes Mallott en la última partida clasificatoria dejó a Walter Ray en la sexta posición, sin entrar en la final televisada.

Por ello, todo quedaba entre Scroggins y Walter Ray, en un duelo en el que a Walter Ray con ser segundo, o con que el zurdo Scroggins no ganase el torneo, se aseguraba el premio,

Durante toda la semana, en la que se jugaron incontables partidas en los distintos patrones vigentes de la PBA, Walter Ray estuvo arriba siempre, teniendo en sus manos la oportunidad de decidir el mismo la lucha por el galardón.

Sin embargo, en la última partida, la Position Round, Walter empezó a tener una mala reacción de bola, lo que a la postre lo remitió al sexto lugar de la clasificación, dejándolo fuera de la final televisiva. El 279 de Mallott, gracias al que se clasificó en quinto puesto, tampoco ayudó nada.

Todo lo contrario que Mike, quien saltó del sexto lugar al primero en el último bloque de la competencia, dejando todo en sus manos.

Los cuatros jugadores que llegaron a la final, además del zurdo, estaban más hambrientos de victoria que unos leones enjaulados. Todos habían tenido una buena temporada y son jugadores de clase mundial, pero se les resistía la victoria.

Hablamos de cuatro de los mejores jugadores del circuito: Pete Weber, Wes Mallott, Chris Barnes y Brad Angelo.

En la primera partida, Brad “19 pasos” Angelo, le ganó al actual jugador del año Wes “ Big Nasty “ Malott, quien ha defendido dignamente su corona, pese a no haber sido capaz de ganar un título esta temporada.

Wes jugó bien a lo largo del año, pero siempre tuvo problemas al llegar a la tele. En esta final jugó bien, apostando por una estrategia distinta a la que utilizó en las clasificatorias, en donde tuvo serios problemas tener pocket en el patrón del Open Dick Weber (Wes en este patrón cayó del primer al quinto lugar), que fue el patrón elegido por Scroggins para disputar la final.

A pesar de su mejora, Brad le ganó aprovechando un bolo 10 fallado por Wes, el segundo en finales este año. Las malas lenguas dicen que Wes ha empezado a perder fuelle debido a que Roto Grip, en la cabeza de Boomershine, le ha cancelado las provisiones de Cell y Cell Pearl este año, pero eso es sólo un rumor :P

Luego está Brad Angelo, que aunque sólo ha ganado un título en toda su vida, es junto a Brian Kretzer el jugador más kilómetros en toda la historia del Bowling ( Cada tirada son unos 18 metros de pasitos).

Le tocó enfrentarse a la estrella televisiva del Bowling, el señor Chris Barnes, señor porque hoy por hoy nadie en el mundo juega mejor a los bolos que este tío. Por desgracia, su porcentaje de victorias televisivas es muy bajo. Cuando se encienden las luces de la tele, le puede pasar cualquier cosa.

Esta semana no fue la excepción y a pesar de su excelente desempeño y de una actitud que hace mucho no se le veía en la tele (no estaba tan amarillo como de costumbre), tuvo que cambiar de suelas en sus zapatos porque no deslizaba bien.

Y ahí empezó la acción, con uno de los mejores piques que se han visto en la tele en los últimos años.

Justo después de la publicidad, y de que Barnes cambiase de suela, Angelo metió un “pasadito”(Brooklin como dicen en USA ). Hasta ahí nada grave, porque es algo que hemos visto muchas veces.

Sin embargo, Angelo lo celebró con los brazos en alto. En ese momento, el comentarista, Randy Pedersen, un veterano del Tour, dijo que eso no le iba a hacer ni pizca de gracia a Barnes.

El otro locutor le preguntó: ¿Sí, por qué? Opinando que no creía que fuese para tanto. Pero lo era. En el siguiente tiro, Barnes hizo pleno, y llegó el momento de las preguntas en directo.

Ya lo habréis visto, pero este año, una de las novedades en las retransmisiones en que les hacen preguntas a los jugadores entre tirada y tirada para saber cómo se ajustan. Pues bien, eso pasó. Le preguntaron a Chris Barnes por qué había cambiado de suela dijo que hacía mucho más calor y humedad que durante la semana, así que no estaba deslizando bien.

¿El ajuste ha funcionado, no? Le dijo el presentador. Y, él, lleno de rabia, replicó: "sí, hice un pleno y al menos no fue pasado". Hubo risas, pero la tensión se podía cortar.

Pedersen lo aclaró pronto (después de regordearse por haber tenido razón): el "protocolo" de la PBA es que si metes un pleno infame pasado no lo celebras. "Agachas la cabeza", te alegras y saltas de felicidad por dentro, pero no lo celebras con brazos en alto. Cosas de los profesionales.

El resultado, sin embargo, no fue el esperado por Barnes. Quiso picar y desconcentrar a Angelo, pero este metió a continuación dos plenos buenos gritando con rabia: “¡Y estos no fueron Brooklin!.

Y le machacó.

Gran victoria de Angelo sobre Chris Barnes, quien ha cuajado una muy buena campaña y estaba sediento de victoria tras tres segundos lugares a lo largo del año. Es el mejor, pero le cuesta mucho demostrarlo ante las cámaras.

Brad venía encendido, pero le tocaba otro marrón: Pete Weber. Pete, estaba tan enfurecido como Barnes por lograr una victoria. Un jugador de su caché con más de 35 títulos no puede estar sin ganar casi 3 años. Pete jugó muy bien, su reacción era excelente, mucho mejor que la de Brad quien tuvo problemas con la transición de las pistas y se vio perdido ante la furia de Weber. 233 contra 212.

Ya sólo quedaba el último juego, en donde se sabría si Pete resucitaría entre los muertos o Scroggins lograría una victoria por partida doble: torneo y jugador del año.

Pete Weber fue muy astuto leyendo la transición: se dio cuenta de que las pistas habían empezado a secarse y se ajustó hacia la izquierda cambiando de bola. Este ajuste le permitía jugar con más confianza y mayor margen ya que la parte derecha de la pista se había secado por la fricción de las partidas anteriores.

En varios lanzamientos Pete se equivocó hacía la derecha, pero esa zona sequita que se había creado le generaba un ángulo tremendo a la bola, que volvía con una fuerza inusual. Scroggins no jugó mal, hizo todo lo que su juego le permitía, pero 224 era muy poco ante el 268 de Weber.

Pete estaba muy emocionado, con lágrimas en los ojos, volviendo a ganar en un patrón con el nombre de su difunto padre. Además, su victoria, quién se lo iba a decir, le dio el título de jugador del año al experimentado Williams.

Esta ha sido una temporada memorable, llena de momentos mágicos y situaciones insospechadas. Como la victoria de Kelly Kulick en el Tournament of Champions, un triunfo histórico y mediático.

Gracias a él, Kulick ha estado en todos los telediarios, Late Shows de costa a costa e incluso visitó la Casa Blanca, siendo recibida por Obama, por su magistral victoria.

Kelly ha sido la primera mujer de la historia en ganar un título de la PBA, y encima un Major. Otras mujeres han estado cerca, como Liz “Cruzadito” Johnson, quien quedó segunda en un torneo (Pregúntele a Wes Malott por este torneo, en el que Liz le gana una partida a Wes con dos faltas incluidas). Jugadoras con más títulos entre las chicas como Carolyn “ me mola el Cheetah” Ballard han sido incapaces de lograr algo como esto.

También recordamos la victoria de Brian Voss en el torneo de dobles de Don Carter junto a Diandra Asbaty, con un remate clave del 7-10 incluido para clasificarse. Brian, como Pete, llevaba mucho tiempo sin ganar y se le vio bastante emocionado.

Otra historia memorable es la del parado de General Motors Tom “conejito duracell” Smallwood, quien se quedó sin trabajo el año pasado, por lo que decidió jugar las World Series de Bowling, Él, con muy buenos torneos y con la victoria en otro Major se transformó en una estrella mediática, una cenicienta moderna que goza del favor del público.

Eso sí, el bowling, al final, es un deporte que juegan millones de personas pero en el que, año tras años, el mejor siempre es Walter Ray Williams Jr.

Tiene apenas 50 años y van nada menos que siete premios de jugador del año en su haber, otro record más, superando de nuevo a la gran leyenda zurda, Earl Anthony, que logró seis títulos.

¿Queda todavía alguna duda de quién es el mejor?

Dejo el primer video. El resto, como las últimas veces, en el perfil de youtube de SundaysR4Bowling.