Para los que no hemos jugado nunca en la PBA (je) hacernos a la idea de cómo es cruzar un país tan inmenso como Estados Unidos semana tras semana, saltando de torneo en torneo, no es fácil. Durante muchos años sólo circularon leyendas, rumores que pasaban de generación en generación de jugadores sobre cómo era aquéllo.
El Tour ha cambiado mucho en los últimos años, pero sigue despertando una enorme fascinación en todo el mundo. En los torneo del Tour europeo, los jugadores locales, los asiáticos, los americanos, los europeos... todo el mundo aprovechaba los descansos para consultar la web de la PBA y comentan los resultados del torneo en las comidas.
Una vieja conocida de España, Missy Bellinder, colgó en el penúltimo post de su blog, un interesante resumen de cómo es una semana normal en la PBA. Ella, que ahora viaja participando en los eventos femeninos y trabajando como entrevistadora para la televisión, entre otras cosas, lo sabe de primera mano.
Por su interés, y pese a que es un poco largo para el blog, lo hemos traducido del inglés. Esperamos que sea de interés.
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Otra semana completada en el Lumber Liquidators PBA Tour. Con la primera mitad de la temporada tocando a su fin, los jugadores estuvimos la pasada semana en la nevada Cheektowaga (N.Y), justo a las afueras de Buffalo. Allí se disputó el séptimo torneo del Tour masculino y el 4º del PBA Women's Series.
Cuando llegué al aeropuerto de Buffalo, uno de los empleados me pregunto que a dónde iba. "Baltimore" le respondí. "Es usted de allí", insistíó. "No, le repliqué, viajo por trabajo. Soy jugadora de bolos profesional".
Los ojos del hombre se iluminaron y preguntó "¿Competía usted en el torneo que hubo en la ciudad esta semana? Sabe, un tipo de por aquí quedó en 4ª posición. Lo leí en el periódico" (Se refería a Jack Jureck).
Mientras proseguía, la conversación me hizo darme cuenta (más de lo habitual) de lo mucho que sorprende a la gente lo que hacemos. Sus continuas preguntas sobre lo que hago y cuánto viajo me hicieron pensar sobre cuanta gente no sabe realmente cómo es estar en la PBA, así que voy a ofrecer un pequeño resumen.
Los domingos y los lunes son, por lo general, días de viaje. Los jugadores y el resto del staff van de una evento a otro, bien en coche bien en avión. La mayoría de los jugadores tienen un roommate (literalmente compañero de habitación), con el que viajan y duermen haciendo que los trayectos sean menos aburridos.
Yo he optado por los aviones porque SouthWest Airlines tiene tarifas muy baratas y porque siendo de California no quería traer mi coche hasta la otra punta del país.
Afortunadamente, una de las opciones que tenemos es poner todas nuestras bolas en los trucks (camiones) de la PBA, que las llevan de una ciudad a otra. Esto es de una ayuda enorme, puesto que la mayoría de los jugadores tienen 20 o más bolas. Gracias a los trucks se puede viajar sin exceso de equipaje, algo especialmente de agradecer en estos tiempos en los que las limitaciones son tan exigentes.
La otra gran ventaja de poner las bolas en los trucks es que cuando llegas a la nueva bolera, tu equipación ya está colada en el recinto apropiado. Por lo que no tienes que ir cargando con algo tan pesado. Y menos en sitios que están cubiertos por la nieve!
En estos días de viajes los jugadores aprovechan también para competir en algunos torneos locales. Hay gente que disputa los Regionals de la PBA o en otro tipo de competiciones, especialmente si no se han clasificado para las rondas finales esa semana o si no tienen que participar en alguno de los Pro-Am oficiales (de los que hablaré más adelante).
Los martes solemos tener una sesión no oficial de entrenamientos. Es sobre todo para los que participan en los Tournament Qualification Rounds (TQR), pero todo el mundo puede participar en estas prácticas. Es aconsejable, pues supone la primera toma de contacto con el patrón de aceite de la semana y las pistas en las que se jugará, y permite trabajar en tu propio juego o, simplemente, recuperar sensaciones tras unos días sin coger las bolas.
Todo el mundo sabe ya en qué consiste un torneo a partir del miércoles. Ese día se disputan las rondas clasificatorias, la prácticas oficiales y los Pro-Am nocturnos. Para los jugadores que ya tienen la exemption, los miércoles suelen ser también días de lavandería. De hecho, es lo que suelo hacer yo por las mañanas, puesto que las prácticas oficiales empiezan a las 16.30 de la tarde.
Los miércoles son también el día (el primero) en el que os jugadores con la exempt pueden taladrarse nuevas bolas en el truck de la PBA. El truck es como un pro-shop gigante al servicio de los jugadores del Tour. Muy completo, con dos máquinas de taladrar y multitud de bolas. Aproximadamente, cada semana se taladran entre 150 y 275 bolas nuevas en los camiones.
Los jueves y los viernes acogen el nucleo duro de la competición. Nosotros jugamos durante todo el día, lo que los convierte en jornada extenuantes. Yo suelo irme a dormir pronto el día anterior para asegurarme de que estoy bien descansada antes de largas horas de bowling.
Los sábados están reservados para los Pro-Ams. Distribuidos en diferentes turnos a lo largo del día, son una excelente forma para que lso fans conozcan, hablen y consigan autógrafos de sus profesionles favoritos. Todos los jugadores que tienen una exemption tienen la obligación de participar en al menos un Pro-Am cada semana y en un máximo de dos. Y es una obligación, porque hay una multa de 1.000 dólares si no acudes a la cita.
Como quizás hayáis intuido, hay mucho tiempo libre cuando se está en el Tour. Las actividades más populares para matarlo incluyen ir de compras, los videojuegos o ir al cine.
Estar tan lejos de casa y viajar tanto como lo hacemos no es tan malo como quizás parezca. Todo en el Tour es como una gran familia. Desde el staff al público pasando por los jugadores o los ball rep miran los unos por los otros y aprovechan todas las ocasiones para facilitar el día a día.
No me malinterpreteis. Si odias viajar y estar lejos de casa, la vida en el Tour seguramente no esté hecha para ti. Sin embargo. a mí me encanta viajar y conocer luegos sitios.
La pasada semana fui con mi compañera de habitación, Shalin Zulkifli, a las cataratas del Niágara. Ya había estado antes, pero nunca las había visto cubiertas de nieve. Fue absolutamente increible, aunque casi muriésemos de congelación.
Esta semana estoy en Baltimore, donde no había estado antes, así que aproevchará para pasar unos días haciendo turismo en Washington D.C antes de volver a casa a pasar las navidades.
Espero que esto os sirva para comprender un poco mejor cómo es el día a día en la PBA!
Missy Belinder
El Tour ha cambiado mucho en los últimos años, pero sigue despertando una enorme fascinación en todo el mundo. En los torneo del Tour europeo, los jugadores locales, los asiáticos, los americanos, los europeos... todo el mundo aprovechaba los descansos para consultar la web de la PBA y comentan los resultados del torneo en las comidas.
Una vieja conocida de España, Missy Bellinder, colgó en el penúltimo post de su blog, un interesante resumen de cómo es una semana normal en la PBA. Ella, que ahora viaja participando en los eventos femeninos y trabajando como entrevistadora para la televisión, entre otras cosas, lo sabe de primera mano.
Por su interés, y pese a que es un poco largo para el blog, lo hemos traducido del inglés. Esperamos que sea de interés.
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Otra semana completada en el Lumber Liquidators PBA Tour. Con la primera mitad de la temporada tocando a su fin, los jugadores estuvimos la pasada semana en la nevada Cheektowaga (N.Y), justo a las afueras de Buffalo. Allí se disputó el séptimo torneo del Tour masculino y el 4º del PBA Women's Series.
Cuando llegué al aeropuerto de Buffalo, uno de los empleados me pregunto que a dónde iba. "Baltimore" le respondí. "Es usted de allí", insistíó. "No, le repliqué, viajo por trabajo. Soy jugadora de bolos profesional".
Los ojos del hombre se iluminaron y preguntó "¿Competía usted en el torneo que hubo en la ciudad esta semana? Sabe, un tipo de por aquí quedó en 4ª posición. Lo leí en el periódico" (Se refería a Jack Jureck).
Mientras proseguía, la conversación me hizo darme cuenta (más de lo habitual) de lo mucho que sorprende a la gente lo que hacemos. Sus continuas preguntas sobre lo que hago y cuánto viajo me hicieron pensar sobre cuanta gente no sabe realmente cómo es estar en la PBA, así que voy a ofrecer un pequeño resumen.
Los domingos y los lunes son, por lo general, días de viaje. Los jugadores y el resto del staff van de una evento a otro, bien en coche bien en avión. La mayoría de los jugadores tienen un roommate (literalmente compañero de habitación), con el que viajan y duermen haciendo que los trayectos sean menos aburridos.
Yo he optado por los aviones porque SouthWest Airlines tiene tarifas muy baratas y porque siendo de California no quería traer mi coche hasta la otra punta del país.
Afortunadamente, una de las opciones que tenemos es poner todas nuestras bolas en los trucks (camiones) de la PBA, que las llevan de una ciudad a otra. Esto es de una ayuda enorme, puesto que la mayoría de los jugadores tienen 20 o más bolas. Gracias a los trucks se puede viajar sin exceso de equipaje, algo especialmente de agradecer en estos tiempos en los que las limitaciones son tan exigentes.
La otra gran ventaja de poner las bolas en los trucks es que cuando llegas a la nueva bolera, tu equipación ya está colada en el recinto apropiado. Por lo que no tienes que ir cargando con algo tan pesado. Y menos en sitios que están cubiertos por la nieve!
En estos días de viajes los jugadores aprovechan también para competir en algunos torneos locales. Hay gente que disputa los Regionals de la PBA o en otro tipo de competiciones, especialmente si no se han clasificado para las rondas finales esa semana o si no tienen que participar en alguno de los Pro-Am oficiales (de los que hablaré más adelante).
Los martes solemos tener una sesión no oficial de entrenamientos. Es sobre todo para los que participan en los Tournament Qualification Rounds (TQR), pero todo el mundo puede participar en estas prácticas. Es aconsejable, pues supone la primera toma de contacto con el patrón de aceite de la semana y las pistas en las que se jugará, y permite trabajar en tu propio juego o, simplemente, recuperar sensaciones tras unos días sin coger las bolas.
Todo el mundo sabe ya en qué consiste un torneo a partir del miércoles. Ese día se disputan las rondas clasificatorias, la prácticas oficiales y los Pro-Am nocturnos. Para los jugadores que ya tienen la exemption, los miércoles suelen ser también días de lavandería. De hecho, es lo que suelo hacer yo por las mañanas, puesto que las prácticas oficiales empiezan a las 16.30 de la tarde.
Los miércoles son también el día (el primero) en el que os jugadores con la exempt pueden taladrarse nuevas bolas en el truck de la PBA. El truck es como un pro-shop gigante al servicio de los jugadores del Tour. Muy completo, con dos máquinas de taladrar y multitud de bolas. Aproximadamente, cada semana se taladran entre 150 y 275 bolas nuevas en los camiones.
Los jueves y los viernes acogen el nucleo duro de la competición. Nosotros jugamos durante todo el día, lo que los convierte en jornada extenuantes. Yo suelo irme a dormir pronto el día anterior para asegurarme de que estoy bien descansada antes de largas horas de bowling.
Los sábados están reservados para los Pro-Ams. Distribuidos en diferentes turnos a lo largo del día, son una excelente forma para que lso fans conozcan, hablen y consigan autógrafos de sus profesionles favoritos. Todos los jugadores que tienen una exemption tienen la obligación de participar en al menos un Pro-Am cada semana y en un máximo de dos. Y es una obligación, porque hay una multa de 1.000 dólares si no acudes a la cita.
Como quizás hayáis intuido, hay mucho tiempo libre cuando se está en el Tour. Las actividades más populares para matarlo incluyen ir de compras, los videojuegos o ir al cine.
Estar tan lejos de casa y viajar tanto como lo hacemos no es tan malo como quizás parezca. Todo en el Tour es como una gran familia. Desde el staff al público pasando por los jugadores o los ball rep miran los unos por los otros y aprovechan todas las ocasiones para facilitar el día a día.
No me malinterpreteis. Si odias viajar y estar lejos de casa, la vida en el Tour seguramente no esté hecha para ti. Sin embargo. a mí me encanta viajar y conocer luegos sitios.
La pasada semana fui con mi compañera de habitación, Shalin Zulkifli, a las cataratas del Niágara. Ya había estado antes, pero nunca las había visto cubiertas de nieve. Fue absolutamente increible, aunque casi muriésemos de congelación.
Esta semana estoy en Baltimore, donde no había estado antes, así que aproevchará para pasar unos días haciendo turismo en Washington D.C antes de volver a casa a pasar las navidades.
Espero que esto os sirva para comprender un poco mejor cómo es el día a día en la PBA!
Missy Belinder
1 comentario:
Agobiante y agotador, pero creo que daría una par de dedos (de la mano izquierda, que soy diestra), por estar en su pellejo aunque fuese una semana...
Que envidia
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