Canadá y República Dominicana, campeones del mundo

La dominicana Aumi Guerra y el canadiense Michael Schmidt se han proclado hoy vencedores de la Copa del Mundo AMF.

Aumi, jugadora intensa, agresiva, poderosa, se impuso en la final a la coreana Min-Young Gye, tras vencer con facilidad a la inglesa Banks en semifinales.

La final femenina ha sido muy emocionante. La coreana ganó la primera partida y tenía casi resulta la segunda después de un doloroso 7-10 de guerra en el cuadro nueve.

A Gye le basta con marcar en el último cuadro y llevaba dos partidas sin cuadros abiertos. Sin embargo, se le coló y le dejó un split que no pudo rematar. Abrió la puerta y Aumi, todo corazón, dobló dejándose el alma y empató.

En la última partida ya no hubo perdón y encadenó siete u ocho strikes para hacerse con el trofeo.

En los hombres, el canadiense ha dado un paso más para forjar su leyenda. Como ya sabéis, es un tipo que las cuatro veces que había venido al AMF había terminado entre los 4 primeros, incluyendo una victoria en 2005.

Esta vez parecía que no lo iba a lograr, pero la remontada de ayer fue tremenda e incluso rozó el primer puesto. Al final entró segundo, después del joven inglés Matt Miller y por delante del filipino Biboy Rivera.

A rivera se lo comió con patatas en dos partidas sin historia, pero Miller fue más hueso.

El inglés arrancó con 247, gracias a tres plenos pasados y otro infame. No estaba cómodo, pero tuvo la suerte necesaria y barrió a su rival. Sin embargo, Schmidt se rehizo, no perdió la paciencia ni dejando dos veces el 7-10 y logro el deseado doblete.

No se puede hacer otra cosa salvo quitarse el sombrero. Desde luego no es el tipo más simpático ni el que más amigos tiene por aquí, pero ha jugado, una vez más, de forma elegante y debemos plegarnos ante sus resultados.

El que me decepcionó profundamente fue el estadounidense. Después de cuajar tres magníficas series en la clasificación, su actuación de ayer fue muy muy pobre. No es que jugase mal, porque no estaba tirando mal, sino que se desplegó una increíble falta de recursos.

Es un jugador elegantísimo, sólido y potente, pero en cuanto las pistas se secaron fue incapaz de encontrar la zona o la bola adecuada. Después de una semana en la que sólo había bajado de 200 una vez, de 210 dos y de 22o tres, ayer ofreció lo peor de sí mismo.

Empezó primero y le fueron recortando poco a poco, hasta el punto de que en las últimas cinco partidas, las que de verdad importaban, no pasó de 171!! (162,150,170, 160 y 171).

Si abría, dejaba la casita. Si estaba por fuera, se le pasaban la mitad. Si tiraba muerte, no volvía y si baja la velocidad, split. Muy decepcionante.

En cambio, Miller (21 años) dio todo un recital, ligando partidas de 230 una detrás de otra. Eso sí, sin llegar bien una sola vez. Es increíble que alguien pueda jugar así sin llegar clavado una vez y sin tirar dos bolas iguales.

La gran faena fue el cuarto puesto del finlandés Jahi. Jugó realmente bien todo el torneo, lorgando repetir bola de una forma muy consistente. Si sólo le hubiese dejado un 10% menos de los 10 que le dejó, hubiese estado primero destacado.

Llegó a la última partida, la psoition round, ligeramente por encima del canadiense, y como se lo jugaban entre ellos y había 30 palos de bonificación, le hubiese bastado con ganar, incluso tirando 130, para pasar.

Sin embargo, en la octava partida las pistas eran ya un completo patatal y, obligado a jugar muy por dentro, no fue capaz de encontrar la reacción adecuada. Le faltó poco, muy poco, y seguramente lo merecía, pero es jóven y podrá volver a intentarlo. Jugando así, será campeón del mundo.

Nosotros volvemos ya mañana por la noche a Madrid. Hoy es la fiesta de despedida, por lo que el uso de internet será una quimiera, y por la mañana salimos hacia Niza.

Gracias a todos por leer y buena jornada de Liga Nacional a los que estén en Madrid, Oviedo y el resto del país!!