El valor de la cantera

Hace tiempo que quería escribir un post, pero como es muy concreto no encontraba la percha adecuada. Sin embargo, este campeonato de Europa Junior, con decenas de buenos jugadores en potencia, viene como anillo al dedo.

Una de las peculiaridades más significativas del bowling en nuestro país es que hay muy pocas chicas jóvenes que juguen. No digo con más o menos nivel, sino en general que jueguen. Obviamente, hay muchas causas que pueden explicar el fenómeno, y los dirigerentes de las diferentes entidade deberían estudiarlos a conciencia, si es que les interesa el progreso del bowling.

Sin embargo, no en todos los países ocurre lo mismo. Dejando de lado Estados Unidos, que por su extensión y tradición es otro mundo, me gustaría hablar un poco del caso de Rusia.

Rusia, que "descubrió" el bowling hace muy poquitos tiempo (la URSS apenas hace ahora 20 años que desapareció) está dando toda una lección en lo que al progreso de jugadores jóvenes se refiere. Y, sobre todo, en chicas. Al Campeonato de Europa Junior ha enviado a cuatro chicas, que si bien no han logrado pasar a la final, han hecho un papel digno. Daria Voronkova, Ksenia Karaseva, Kristina Kryl y Polina Kosyakova han jugado a 187 de promedio de equipo en las parejas, lo que no está nada mal.

Pero es que hay muchas más jugadoras. Alena Korobkova estuvo muy cerca de meterse en la final del último torneo de Qatar, donde nosotros coincidimos con ella y con Eugeniya Smirnova, y ahora en Estambul jugaron Yulia Gorbacheva y la jovencísima y prometedora Galina Maslova. Y el países como Letonia o Lituania se está apostando mucho por las chicas también.

Lo más importante, quizás, es que estas chicas (pero el ejemplo vale para los chicos de las mismas edades también) se están convitiendo en jugadoras de verdad, desarrollando un tiro muy competitivo.

Un error que cometemos muchas veces con los más jóvenes es prestar demasiada atención (o exclusiva) a los bolos que tiran. Y ese es un error gravísimo. Por desgracia, no existen ligas ni torneos regulares para los sub-18, que crecen, literalmente, jugando torneos contra adultos formados.

Y con el precio que tienen esos torneos, lo que acaba por primar es meterse en las finales, y no construir un juego sólido. El promedio debe ser, al final, el resultado de un swing bien formado, y buscar atajos que den unos cuantos palos a corto plazo a costa de muchos más a largo es muy perjudicial. Puedo dar buena fe de ello.

En cambio, en muchas de las participantes del EYC se pueden ver fundamentos sólidos. Obviamente, son tiros a medio hacer, que evolucionarán después de mucho trabajo, pero que están construídos a partir de un timing, un ritmo y un soltado más que aceptable.

Esa es la clave, trabajar de forma sistemática el swing y no el release, porque el soltado es la suma de todo lo que va antes.

De momento no hay escuelas de bowling en España al nivel de las de otros deportes, con entrenamientos regulares y atención a todos los aspectos (estado físico, juego mental, técnica, materiales, potencia, ajustes, etc), pero es posible que a medio plazo las haya.

Mientras tanto, los que dediquen sus recursos a un entrenamiento fundamentado en el juego y no en los resultados son los que tienen más posibilidades de triunfar. Y eso vale para todo el mundo, jóvenes y menos jóvenes.