"Cuanto más entreno más suerte tengo"

No es la primera vez que usamos esta frase ni será la última, porque se ajusta a la realidad como un guante. Y en esta ocasión, más todavía.

El Open de Oleiros 2008 lo ha ganado Alejandro Arjonilla, un chaval de Madrid que en julio cumplió 18 años. Ha hecho un torneo extraordinario, desde la primera bola a la última.

Entró segundo a la final con 1372 (16 de handicap, así que scratch 1276). En la final empezó fortísimo también, y tras un par de partidas de 180 por la transición del aceie aguantó como un jabato y cerró la serie con 212, lo que le hizo entrar en 4ª posición a la final. Allí, tras vencer a José Manuel Romero (de Fantasmas) en la ronda de 8 y a Javier Moreno (Boliches) en semifinales, se enfrentó a Diego de la Barrera, y con una partida de 240 scratch logró su primer título individual.

Felicidades. Un torneo impecable.

Pero hay que destacar algunas cosas más. De los 8 finalistas en Oleiros, al menos seis eran muy jóvenes. Los clasificados fueron: Alejandro Arjonilla, Javier Moreno, Diego de la Barrera, Gabriela Urbistazu, Oscar Serrano (el más pequeño), Hernán Gil, Serge Frouvelle y José Manuel Romero.

Tras el primer cruce sólo quedaban 4: Javi, Alex, Gabriela y Diego. Es decir, una final "junior".

Es interesante. Las finales han pasado de ser coto de gente experimentada a abrirse a jugadores mucho menos experimentados pero con más ganas de comerse el mundo. Y, en el caso del ganador, de hacerlo a base de trabajo duro.

Lo dijimos en el post que colgamos el sábado durante la última serie: Alex ha trabajado muy duro este verano. Ha entrenado, ha jugado muchas partidas y el esfuerzo da frutos.

Afortunadamente, en España cada vez hay más jugadores de bolos. Es difícil que entre gente nueva, sobre todo joven, que no esté relacionada con jugadores habituales. Pero, de una forma u otra, cada vez hay más, lo que, irremediablemente, provocará que el nivel suba.

De 1998 a 2008 el bowling ha cambiado muchísimo. Antes con un 1200 pelado entradas en una final casi seguro. Ahora puedes necesitas 1300 palos. Antes eramos pocos, ahora somos más.

Pero es que antes no había conocimientos, y ahora sí. Hace 10 años la gente empezaba a jugar porque se divertía el primer día. Si tenía la suerte de hacerlo un día en el que algún jugador habitual estuviese entrenando cerca y veía tiros con mucha curva, si en su bolera había empleados voluntariosos o si coincidía con algún club podía tener la suerte de engancharse rápido.

Ahora, afortunadamente, hay medios. Pocos, pero más. Tenemos internet, tenemos idiomas, tenemos contactos y los jugadores podemos aprender antes. Visitamos páginas web, vienen entrenadores suecos, mexicanos o americanos y cada vez más salimos los españoles a jugar fuera.

Todo eso tira para arriba de nuestro juego pero, por desgracia, no lo suficiente. En España hace falta, y ya, un proyecto deportivo (me da igual si de la AECB, la FEB o ambas) para el desarrollo del bowling.
No habría que desperdiciar a más generaciones de jugadores con ganas, pasión y talento pero sin los medios necesarios para progresar.

Si queremos que el bowling sea considerado un deporte debemos empezar nosotros a tratarlo como un deporte. Los deportistas cuidan su estado físico, su alimentación, los aspectos mentales, los ténicos y conocen el material con el que trabajan.

Los deportistas hacen trabajo cardiovascular, de potencia y estiramientos además de tirarse innumerables horas practicando los elementos propios de su disciplina. Están en forma y comen bien. No es razonable hacer deporte mientras se desayunan, comen y cenan pizzas, hamburguesas y perritos calientes, todo aderezado con chocolatinas.

Como no lo es comerse dos chuletones una hora antes de jugar una serie o salir de marcha hasta las 3 antes de jugar por la mañana. Si es deporte tiene una reglas básicas. Se puede jugar a los bolos sin dormir, poco después de comer o sin haber enternado durante dos meses, claro.

Y también se puede correr y nadar habiendo hecho lo mismo, ¿pero alguno cree que Phelps y Bolt hacen eso durante el año¿ ¿Durante las competiciones? Va a ser que no.

Alejandro ha hecho dos cosas fundamentales para progresar en muy poco tiempo. Menos de una temporada. Quedó arriba en el individual de España a principios de año, en Rivas, y ahora ha logrado la victoria.

¿Cuáles son los secretos? Pues que no los hay y esa es, irónicamente, la primera lección a aprender. Hemos visto a demasiados jugadores jóvenes con mucho talento y potencial no explotar por culpa de:

a) creerse campeones del universo por entrar una final con 30 de handicap
b) creerse campeones del universo porque su entorno, familiar o social, los trata como tal sin haber hecho méritos
c) no trabajar duro
d) perder el tiempo en competiciones no apropiadas en vez de entrenar
e) jugar partidas por decenas, pero no entrenar nunca. No es lo mismo

Pues bien, Arjonilla no ha hecho eso. Se ha asesorado para saber cómo mejorar, ha aceptado que tiene cosas que trabajar muy duro y lo ha hecho. Sin excusas ni atajos. Si hay que jugar 30 partidas a la semana sina flojar la muñeca, pues se juegan. Sólo hay que tener a la persona apropiada y confianza en ella. Así se llega lejos.

Ganar un torneo no significa nada. Puede ser un buen fin de semana, que falten rivales peligrosos o tener suerte en los momentos adecuados. Pero para mejorar no hay atajos.

Alex, Javier, Diego, Óscar, Hernán y Gabriela tienen futuro y tienen opciones. ¿Tendrán las ganas suficientes como para trabajar a destajo para lograrlo? ¿Tendrán la suerte de encontrar a gente que les asesore? Esperemos que sí, sería una pena que la progresión se frenase.